viernes, 6 de enero de 2012

Días 7 y 8: hacia las Victoria Falls en Zambia

A las 6:30 de la mañana ya estábamos preparados para atravesar una frontera más. Luego de ver los mapas, cargar la camioneta y dar algunas sugerencia de rutas a una pareja de alemanes que conocimos el día anterior, nos pusimos rumbo a un nuevo país.

La frontera es el río, cerca de allí confluye el Chobe en el Zambeze; es una zona muy importante pues este río nace en Angola y atraviesa 4 países, que coincidentemente hacen frontera: Namibia, Botswana, Zambia y Zimbabwe, continua hacia Mozambique y termina en el Indico.

El río se atraviesa con un ferri, el de Kazungula, tuvimos mucho tráfico de camiones, pero logramos pasar muy rápido, la tranquilidad de la frontera de Botswana hizo contraste con la ebullición de Zambia: buses, camiones, gente, comerciantes, cuidadores de carros, etc; los trámites de visado relativamente rápidos, pero el permiso del carro tomó un poco de tiempo.

La primera ciudad a la cual llegamos fue Livingstone, tropical, tranquila, ordenada y limpia, con algunos edificios coloniales y un mercado de artesanías importante, la mayoría de los viajeros la toma como una ciudad de paso. Atravesamos la ciudad y a pocos kilómetros llegamos a nuestro lodge, Maramba River Lodge, allí reservamos tiendas de campaña.

No sabíamos qué nos íbamos a encontrar por habitaciones "tents", pero fueron maravillosas, una estructura de madera y tienda de campaña, con baño incluido y con un sobre techo de paja para proteger de la lluvia. Equipadas con todo, luz, toma corriente, agua fría y caliente, redes mosquiteras, afuera sillas, parrilla, en medio de una selva. Increíble.

Allí mismo hay una oficina de turismo donde, después de unas breves averiguaciones decidimos volar las cataratas por la parte de Zambia y de Zimbabwe, durante 15 minutos en helicóptero. Luego estuvimos decidiendo entre el bungee jumping, que Héctor quería repetir su experiencia en Cusco, canopy, paseo sobre elefante, jet extreme y otras activities, pero finalmente decidimos por hacer medio día de rafting, que nos confirmaron era muy seguro, en realidad lo es, pero tiene muchos rápidos clase 5 y uno clase 6.

El resto de la mañana la dedicamos a recorrer las cataratas, están dentro de un parque especialmente preparado para que la visita y vistas sean las mejores y seguras. Las Victoria Falls son la caída de agua más extensa, es una enorme pared de agua que alcanza sus máximos entre los meses de abril y mayo. Estar frente a las cataratas es una experiencia visual, auditiva y sensorial, terminamos bañados y con ganas de atravesar hacia la piscina del diablo, ubicada justo sobre las cataratas, al final no la hicimos, debíamos ir al helicóptero. Todas estas actividades son altamente recomendables, pero con un presupuesto alto, la entrada al parque US$20, la piscina $95, el vuelo en helicóptero $145, el vídeo del vuelo $30.

Después de la visita a las cataratas fuimos hacia el Day Activity Center (DAC), una especie de centro comercial con todas las facilidades, de allí nos llevaron hacia una colina desde donde saldríamos en helicóptero. Esta actividad fue inimaginable; estás prácticamente suspendida en el aire con una visibilidad total y volando a poca altura sobre las cataratas, qué naturaleza, qué agua, qué arco iris, qué verdor, qué cielo, qué países, qué Africa y por supuesto qué tal adrenalina, fueron 15 minutos, pero vividos intensamente.




De retorno almorzamos en el DAC y una tormenta hizo que nos quedásemos más de lo esperado; tiempo que nos permitió ver cómo alimentaban a la pequeña Estela, de 3 años de edad y más de 2m, una cocodrilo que gustaba de la xima!, papilla hecha con harina de maíz.

Cuando paró la tormenta dimos un paseo por la ciudad, casi todo ya estaba cerrando y volvimos cansados a dormir y prepararnos para el gran rafting por la caída de las cataratas Victoria.


No hay comentarios:

Publicar un comentario