jueves, 13 de diciembre de 2012

Pasar por Addis Abeba para llegar a Kilimanjaro

Viajar dentro de Africa no es muy fácil y este viaje no iba a ser la excepción. Después de que Ethiopian  Airlines nos cambió el vuelo, tener problemas por no portar la tarjeta de crédito con la que hicimos el pago on line, haber pagado un nuevo ticket y, eso sí haber sido muy bien atendidos por un representante etíope, subimos al avión y al fin, luego del cross check y reportar, respiramos vacaciones.

Dentro del avión sentimos oriente, las aeromozas y su tipo etéreo etíope, los olores a especias, las revistas en amhárico, todo nos transportaba a otros mundos, la reina de Saba, el cantar de los cantares; y de pronto ya estábamos por aterrizar, luego de alrededor 4000 K llegamos!!! a Addis Abeba, allí tuvimos que dormir. A pesar del tiempo corto nos dimos un baño de cultura noreste africana, qué colores, que andares, qué ropa, qué accesorios, qué linda y hermosa es la raza humana.

Al día siguiente, 13 de noviembre, apuraditos tomamos desayuno con injera firfir, pan con especias. Luego nos trasladaron al aeropuerto y al fin ruta Kilimanjaro, después de casi 1500 K llegamos y allí estaba Freddy, nuestro guía, qué alegría, qué ilusión, el parque de mis sueños, mi sueño hecho realidad, mi realidad a un paso, mi paso ..., y así empezamos nuestra aventura, con el saludo en swahili: JAMBO!


Del aeropuerto fuimos a Arusha, en el camino nos cruzamos con mucho ganado y de pronto vimos unas prendas rojas y sí era un masaai, más allá vimos otros en bicicleta y hasta en moto, así que cuando vimos a unos en 4x4 ya no nos sorprendimos tanto. A los masaai les gusta mucho vestir con 4 o más kangas de cuadros, predominando los colores rojo y azul. Ya en  Arusha, recorrimos un poco la ciudad; el mercado es muy parecido al de Maputo y la gente muy acogedora. 



Por la tarde nos acercamos hacia el cráter del Ngorongoro, 180 K de distancia, pero esta maravilla recién la veríamos al día siguiente, por el momento disfrutar del camino y descansar en Farm House, donde por las noches hacen una fogata y hay un show interactivo de danzas, esto como aperitivo para la cena. 

Con nosotros ulale salama que al día siguiente temprano toca una de nuestras grandes citas con la naturaleza.


lunes, 13 de febrero de 2012

Marrabenta: Tocar ou dançar até rebentar

La primera noticia de esta música me vino en la forma del comboio de la marrabenta, se trata de un tren que hace regularmente el recorrido de Maputo hacia Marracuene, pero que los 2 de febrero se convierte en un tren festivo, que cada año está más atractivo y es uno de los eventos cumbre del Festival de la Marrabenta.

Este año tenía muñecos gigantes dando la bienvenida en la estación y dentro, además de los músicos con sus guitarras, instrumento básico de este género, estaban unos jóvenes con tambores, llamados n'gomas que animaron todo el viaje, sólo 30k, pero que duró casi 2 horas, aunque fuese día de Festival el tren tenía que cumplir con todas las paradas. 

La danza no se dejó esperar y varias chicas se animaron a bailar y algunos chicos también, aunque no era propiamente marrabenta, definitivamente el ambiente estuvo muy animado.

Al llegar a Marracuene, pasadas las 15:00 nos juntamos en una barraca el grupo latino, formado por 3 venezolanos, Héctor y yo, luego crecimos con una italiana, una chilena, un nicaragüense, luego unas cantantes de Swazilandia y por supuesto muchos mozambiqueños que nos animaban a tomar canhú, una bebida hecha del fruto de cajú o anacardos. La verdad es que probé, pero creo que aún no estoy preparada para este trago, así que me mantuve fiel a la chela o cerveza.

La tarde avanzaba y los grupos iban desfilando por el estrado, así que fuimos al pleno concierto, muy divertido, la gente bailaba, bebía, en realidad este día se bebió mucho, una experiencia que repetiría por tercera vez. Aún con los problemas de no encontrar baño, de sortear obstáculos en medio en un piso arenoso, creo, es la forma de estar un poquito en la piel de Africa.

Si se animan a bailar, les puedo decir que la marrabenta es un ritmo que tiene de africano pero mucho de latino. Es un ritmo suburbano que honra la diversidad cultural. Nació a mitad del siglo XX, en el barrio de Mafalala, que se caracterizó por albergar a personas de diferentes etnias que venían a vivir cerca de la capital en busca de futuro, habían comunidades de Comores, China, Paquistán, Grecia, India, Madagascar, Cabo Verde, Guinea Bissau y Goa. Fueron los mestizos quienes moldearon este nuevo ritmo que en el inicio se tocaba con una guitarra de 4 cuerdas y se hacía con tanta pasión que hasta reventaban las cuerdas, de allí el nombre. Los grandes de esa época son Fany Pfumo, Djindji Dilon y Eyuphuru.


Pilanesberg, naturaleza y animales

Pilanesberg, 572 k cuadrados de una naturaleza que ha nacido alrededor de un cráter de volcán y que no sólo aloja flora y fauna, sino que tiene una gran riqueza arqueológica y geológica, de la época del hierro. Pero lo nuestro es la fauna, porque lo otro lo dejo a los muy entendidos.

A los pocos minutos de entrar al parque vimos a la mamá rino con su hijo rinocerontito, bellísimos. Aunque mis favoritos son los hipos, me encantan todos estos animales sin pelo. De pequeña tuve los perros peruanos y para mí, aunque sé que poca gente comparte esta apreciación, son los más lindos e inteligentes; y este rinocerontito me hizo recordar a los perros calatos, ganas no me faltaron de cargármelo, misión imposible, porque ya nacen pesando más que yo.


Más allá vimos a los red hartebeest, en actitud de juego, pelea o entrenamiento, aún no conozco mucho las costumbres de estos antílopes, pero sé que son propios de la sabana seca y que tiene 12 subespecies.

Lo que sí puedo decir a ciencia cierta es que vimos a un elefante macho, machaso, no por estar frotándose la espalda, sino por lo que 2 minutos antes tenía afuera; imagino que debe ser así para poder asegurar la continuación de la especie, en todo caso sorprendente y con vida propia.

Continuamos atravesando el parque y con la ayuda del guidebook vimos que había unas represas pequeñas y decidimos visitarlas. Éstas tienen unas cabañas prácticamente sobre el agua desde donde se puede apreciar la vida animal relacionada a este medio.

Estos espacios cuentan con servicios básicos y son muy calmos y absolutamente relajantes, ideales para ver aves como el lessor streped swallow, es relativamente fácil saber el nombre de estos pájaros pues las cabañas tienen las fotos de las especies que se pueden encontrar en la zona. Desde allí tuvimos la oportunidad de ver a unas cebras que corrían a 2 wild dog que estaban acercándose a una cría.

Cuando eran cerca de las 4pm y sin almorzar, decidimos ir a uno de los lodges, Manyane; nos gustó y esa noche dormimos allí. Pero, el día no había concluido y salimos al safari de la tarde. Nuestra ilusión, como casi la de todos, es ver felinos y lo logramos, vimos a 3 leonas que habían cazado un ñu, las 3 estaban echadas agotadas de la caza o saciadas de comer, solo veíamos las orejas y las colas, hasta que una decidió dar un paseo y la pudimos ver en todo su esplendor, aunque lenta al andar, era imponente.


Luego vimos elefantes, más cebras con blue wildebeest, impalas, jirafas, springboks y un klipspringer, que son los antílopes más pequeños que existen.


Regresamos más allá de las 8 pm, con lluvia, había muchos impalas cerca del estacionamiento. Al poco tiempo empezó una fuerte tormenta con unos truenos!!! eso parecía bombardeo de película, he de admitir que les tengo mucho respeto, mejor dicho mucho miedo.

Al día siguiente, nos despertamos muy temprano, el lodge parecía un gran lago. Cargamos todo, fuimos a desayunar, y de allí empezamos a volver. Atravesamos nuevamente el parque, muchos de los caminos estaban cerrados por precaución, y vimos 3 familias de jirafas, habría más de 20, nunca vi tantas, y como aún llovía algunas estaban acostadas, sólo se les veía los cuellos.

Ese día vimos jirafas incluso cerca de la carretera que está pasando la ciudad de Nelspruit. Llegamos a casa en la noche, pero igual nos reunimos con unos amigos para terminar nuestra "padrinada", con pizza por supuesto.

Aunque quise estar despierta para recibir mi cumple, fue imposible, pero a las 12 mis mamás me llamaron de Chepén, Qué gran sorpresa, qué alegría, gracias por ese detalle!












miércoles, 1 de febrero de 2012

Sun City: qué tal city!

Luego del primer asombro al llegar, puertas de entrada y salida para residentes y no residentes, con vigilancia y garita de control, seguimos con el segundo y tercer, y .... asombro. Es decir, entramos a una "ciudad", de la provincia de North West que en realidad es un complejo hotelero bárbaro. En 1979, fue inaugurado en una zona que era independiente de Sudáfrica, eran épocas del apartheid, pero esta zona tenía sus propias reglas bajo las cuales se podía ofrecer espectáculos que era imposible de ver con las leyes imperantes.

Atravesamos pistas inmaculadas, postes de luz sobrios y elegantes, un tren aéreo para recorrer todo el resort, jardines preciosos, de pronto la entrada a una zona de cocodrilos y al fin dimos con nuestro alojamiento, el Cabanas, que no teníamos ni la menor sospecha de cómo sería y menos que estuviese en este lugar. Sospecho que nos cobraron más de lo debido, pero en fin, ya no teníamos a dónde ir, estaba oscuro y lloviendo. En ese momento creo que estábamos más cerca de Gaborone, Botswana, que de Pretoria.

Todo el hotel estaba adornado con faroles rojos, estábamos en la celebración del Año Nuevo Chino y por supuesto había mucho asiático por todos lados.


Llegamos a la habitación y con tanto alboroto alrededor decidimos salir inmediatamente para enterarnos bien de qué era Sun City, así que nos dirigimos a información y nos dieron un mapa, oh, oh, y tres veces oh; el lugar tiene 4 hoteles, casino, centro de entretenimiento, una súper sala de espectáculos, golf, playa! es decir piscina con arena blanca mar azul, con olas!

Existe un tren aéreo y buses que pasan cada 15 minutos para trasladar a las personas, todo de manera gratuita, pero como la lluvia arreció preferimos ir en carro y así conocer a nuestro ritmo.

El primer lugar que quisimos conocer fue el Palace of the Lost City, no sabíamos qué era, pero con un nombre tan sugerente nos atrajo y llegamos a las inmediaciones; una fuente dorada nos dio la bienvenida y luego un vigilante nos dio la despedida, pues era un hotel, con todas las estrellas posibles y para entrar había que hacer una reserva con anticipación, desde el hotel o desde el centro de entretenimiento.

Volvimos a la ruta y fuimos hacia el centro de entretenimiento, pasamos debajo de un puente con elefantes y leones, justo como el que vimos en las fotografías y partimos a su búsqueda. Paseamos por todo el centro de entretenimiento que además tiene tiendas, enormes salas de conferencias, cafés, pizzerías y restaurantes con comida muy variada, pero no encontramos el famoso puente, hasta que al fin nos dieron la dirección del Puente del Tiempo.


Es alucinante, todo hecho de piedra, con elefantes a los lados, con sonido tenebroso que lleva hacia unas puertas enormes que dan a una plaza, desde allí se puede llegar a la piscina-playa. Esa noche estaba muy oscura, con lluvia, truenos y relámpagos y de pronto una persona nos habló, nos asustamos un poco, pero se trataba del vigilante, que nos saludó y nos informó que el puente tiembla cada hora, vimos el reloj y eran cerca de las 9:30pm, nos miramos la cara y decidimos dar una vuelta y volver a las 10:00pm. Así lo hicimos, la lluvia estaba cada vez más fuerte, menos mal que yo tenía la ropa adecuada y Héctor el paraguas; pero, dieron las 10:10 y nada y decidimos partir; de pronto se prendieron las luces de unos leones y macacos enormes, la música se puso más tribal, las luces cambiaban de colores, empezó a salir humo y ... efectivamente el puente tembló. Para hacerlo una vez es muy recomendable... pero nosotros repetimos al día siguiente.

Muertos de hambre, terminamos en el único restaurante que estaba abierto, comimos sanguches y nos fuimos agotados a dormir.

Al día siguiente desayuno-buffet, paseo por el complejo, cada uno de los hoteles cuenta con piscinas, áreas enormes para niños y hasta un pequeño zoológico, donde los animales más grandes son las cabras, al menos en nuestro hotel.

Nuevamente, llegamos hasta el puente del tiempo y volvimos para hacer el check out y luego partir hacia lo que tanto queríamos, ver animales en el Pilanesberg.


lunes, 30 de enero de 2012

Días libres!!! vamos al Lion Park

Las carreteras hacia el norte de Mozambique cerradas por el ciclón, el Kruger Park inundado, y nosotros con saudades de los animales salvajes, 6 semanas sin ver animalitos!!! ¿A dónde vamos?.

Para variar, con muchas cosas leídas, algunos teléfonos de contacto, sugerencias de amigos; y, sin reservas, salimos hacia Sudáfrica. Teníamos claro que queríamos ver leones, una foto de Shakira cargando a un gatito nos convenció para visitar Lion Park.

Salimos por la tarde del sábado hacia Nelspruit, llevando lo necesario: manzanas, refrescos, mapas, atlas y GPS. Ese día decidimos avanzar hasta Waterval Boven y nos quedamos en un B&B, el Shamrock Arms, ¿por qué lo elegimos?, porque en la zona era el único que ofrecía cena, pero al llegar nos dimos cuenta que era un alojamiento con mucho encanto y Terry, el dueño, nos brindó una atención muy amigable. Esta zona es muy tranquila, con montañas, ideal para largos paseos.

En el desayuno comentamos nuestros no planes a Terry y nos convenció de Pilanesberg y Sun City, lugares a los que iríamos después de visitar Lion Park.

Rodeamos Pretoria y llegamos al parque, que tiene una parte tipo zoológico, otra que es una amplia zona donde los animales están sueltos y luego cinco camps, cada uno como un campo de fútbol, donde puedes entrar con el carro, y ver leones, wildogs y guepardos.

Pasamos el primero y llegamos al segundo camp con dos leonas y dos leones blancos, no es que sean albinos, sino que tienen un gen recesivo, son muy hermosos.


En el siguiente camp estaba el famosísimo actor de la película La Leyenda del León Blanco, el gran Letsatsi, rodeado de 5 hembras. Ésta es una historia de los pueblos changanas, que reconocen al león blanco como enviado por los dioses y que tiene que ser protegido para que el futuro de la población esté a salvo de desgracias.


El siguiente camp tenía a los perros salvajes, que están bastante lejos de la palabra hermosos, pero, eso sí, hay que decir que cumplen una gran labor dentro de la red trófica.

Después vino un nuevo camp con varios leones que también estaban comiendo; allí nos dimos cuenta de lo difícil que es avistar a uno de estos felinos, pues cuando están en estado salvaje sólo cazan cuando el sol se oculta y durante el de día están echados y prácticamente lo único que mueven es la cola para espantar a los bichos.

Otro de los animales muy difícil de ver es el guepardo, en estado salvaje son solitarios. Verlos tan pasivos provoca bajar y tocarlos, son como enormes gatos, majestuosos.

Todos estos animales están en cautiverio, con lo cual no estoy de acuerdo, pero debo reconocer que la experiencia es excelente y que es la única manera de poder estar cerca de estos felinos y también de preservarlos, para muchos de ellos estar en cautiverio es prácticamente la única opción pues en la sabana ya no tienen espacio, ellos son sumamente territoriales, de 20 a 400 Km cuadrados por manada.

Y ahora, toca visitar a las crías, los gatitos, maravillosos, hermosos, lindísimos, ayyyy qué cositas tan ricas, es... es... es impresionante poder tocar estos gatitos. Hasta provoca entrar con una mochila y meter allí aunque sea al más pequeñito.


Eso sí, los más grandes, que sabes conscientemente son inofensivos, sólo con bostezar y ver la dentadura te pone de los nervios.


En este parque también puedes pasear con los guepardos, dar de comer a las jirafas y ver a una familia completa de suricatos, muy graciosos, dentro de sus costumbres está que al menos uno de los adultos debe subir a lo más alto y vigilar; van cambiando cada hora, cuando los vimos todos miraban al cielo, imagino que era porque se acercaba una tormenta.

Con la llegada de la lluvia fuimos al carro a decidir qué hacíamos, así que pusimos rumbo a Pilanesberg. Aunque sabíamos que no podríamos entrar a la reserva, ya encontraríamos algún hotel que nos cobije.

Con la ayuda de las guías y mapas nos decidimos por el Cabanas Hotel, que para nuestra sorpresa está en Sun City, tengo que poner especial detalle en la enorme sorpresa que nos llevamos y en este alucinante lugar, especialmente construido para la diversión.

Llegamos a una entrada enorme y dijimos What´s that?




sábado, 28 de enero de 2012

Vamos a la playa oh, oh, ooh, oh: Isla Xefina

El 3 de enero, por la tarde, al fin teníamos maletas, lavadora puesta, nuestra casa, nuestra cama; pero, con tanto viaje en diciembre el cuerpo aún estaba alborotado, así que a la primera propuesta de pasar un día de playa dijimos que sí.

Todo quedó preparado para ir a la Isla Xefina el día sábado. Leoncio y Jutta se encargarían de contactar con la persona que nos llevaría, o senhor Alfonso, celu 847271593 (400 meticais por persona, a partir de 4). Ese día antes de las 10 ya estábamos en el restaurante Costa do Sol y nuestro "capitán de navío" ya estaba esperándonos.

Fuimos guiados hacia el bote, pero ese día y a esa hora la marea estaba muy, pero demasiado baja, con lo cual todos tuvieron que empujar la embarcación, nosotras cargábamos los bultos y ellos, con otros muchachos que no sé de dónde salieron, empujaron el bote. Después de largos minutos de ejercicio al fin pudimos subir, fuimos dos jovencitas con sus niños pequeños, familia del capitán, el capitán con su ayudante y nosotros 4. La distancia no es mucha, calculo que Xefina, debe estar a no más de 4k, pero como no teníamos apuro, llegamos tranquilamente.


Pasada la mitad del trayecto vimos en el mar unas bolitas azules, justo debajo de la superficie, y se trataba de miles de malaguas, que por suerte no estaban cerca de la orilla.

Desembarcamos en esta isla que debe tener algo de 20 familias, una de ellas la del capitán, pusimos las sombrillas, el cooler bajo sombra y a disfrutar, que en el mar la vida es más sabrosa.




Después de maravillosas horas de relax, buena conversación, comida, traguitos y mejor compañía, llegó la tarde y volvimos hacia la orilla de un sábado soleado, playero, repleto de gente, esta parte es como un gran paseo marítimo, que podría decirse que es como Agua Dulce. Gran contraste con la tranquilidad y aislamiento que tuvimos minutos antes.

Por la noche, una gripe que pesqué al llegar de las europas, se intensificó, y como me dio algo de fiebre tuvimos que ir al hospital; esta es una medida aconsejable en la zona, pues podría tener malaria; pero no fue nada, felizmente.

viernes, 27 de enero de 2012

Navidades invernales en España

El vuelo hacia la Navidad, aunque con varias paradas, fue muy bueno. La primera parte estuvo sumamente amigable, el avión estaba lleno de gente conocida que viajaba a pasar fiestas con la familia, incluso encontré a Flavia, una amiga peruana con su familia en pleno. Esto me hizo recordar la época universitaria  cuando todos regresábamos a casa y el viaje hacia el norte iba lleno de chepenanos.

La primera parada, Jo'burg, fue un poco larga, sin embargo permitió coincidir con nuestros amigos de viaje para intercambiar fotos, darnos los saludos navideños y decir hasta la vuelta. Allí también hicimos las compras de las delicatessen sudafricanas: biltong, que es carne seca, sí, tipo charqui, pero de res, avestruz, kudu, impala, es decir, de animalitos de la sabana africana.

Segunda y breve parada: Munich y al fin nuestro destino: Madrid. El padre de Héctor ya nos estaba esperando, abrazos cariñosos, besos y nuevamente en ruta hacia Palencia, previa parada en Boceguillas para un tentempié. Llegamos a casita y la madre de Héctor tenía todo preparado para pasarla súper bien.


El 23 por la tarde fuimos a Madrid para reunirnos con los primos; ese día salimos a tomar tapas y al 69 Pétalos; al día siguiente cena de Noche Buena. El 25, tapas, paseos por esta hermosa ciudad, tapas y almuerzo. El 26, tapas y visita al Hermitage-Museo del Prado y por la noche ya estábamos volviendo a Palencia.

Serían las tapas las causantes de los 2 kilos que traje de sobrepeso?.



Desde Palencia hicimos una visita especial a Zamora. Angel y Ana María, una gran pareja y mejores amigos, después de luchar mucho, tuvieron a sus mellizas; para mí fue un momento muy especial verla de madre y cargar a las pequeñas, son un encanto, un milagro de valor.

Aprovechamos la visita para almorzar en una casa rural muy conocida en la zona: La Tuda. Los dueños son una pareja de ella peruana y él español; tienen una comida buenísima, de purita inspiración peruana. Junto a los padres de Héctor y a los dueños de la casa rural pasamos un gran momento recordando historias comunes. Tratamos de alargar lo más que se pudo la estancia en Zamora, pero ya era tarde y había que volver, un interminable abrazo, palabras de cariño, un largo hasta pronto y un gran suspiro pusieron fin a la visita.


Vino el 30 de diciembre y la cena tradicional con los amigos de Héctor. La Nochevieja en casa, gran cena, los mejores deseos, las uvas, feliz año, la cinta roja, verde y amarilla y todas las cábalas para recibir el 2012. De allí todo fue muy rápido, de pronto ya nos encontrábamos de vuelta hacia el aeropuerto, besos, despedidas, vengan a visitarnos y listo a volver vía Frankfurt y Johannesburgo.

Como ya es normal en estos vuelos llegamos sin maletas, lo cual ya no nos preocupa, suele pasar: this is Africa.






miércoles, 18 de enero de 2012

Día 11 y 12, retorno, saudades y mucho conocimiento

Luego de la sorpresa que representó el encuentro con la civilización más importante del Africa Austral, representada en el Gran Zimbabwe, subimos a la camioneta y comenzamos a volver.

Gasolina, revisión de ruedas, GPS con la frontera Zimbabwe-Sudáfrica; una última mirada alrededor y la sonrisa de unas niñas jugando a la soga nos dio la despedida de este gran viaje.


Nuestra primera intención fue conducir hasta Graskop, pero un mejor cálculo de los kilómetros y la hora de llegada nos animó a continuar hasta Nelspruit, ambos en Sudáfrica.

La salida de Zimbabwe fue tranquila y con poco tráfico, el paisaje totalmente verde africano con montañas, antiguas; tienen la cima redondeada o plana, no como los Andes que al ser una cordillera relativamente nueva tiene picos pronunciados.


Cerca a la frontera, Beitbrindge, el tráfico aumentó y la temperatura más aún. Cuando llegamos a la zona de visados el trámite fue rápido y ordenado. Este es un puesto de frontera muy moderno y grande.

Continuamos por carreteras sudafricanas y, aunque ya era tarde, no perdonamos el almuerzo en Mike Kitchen en Louis Trichardt. Luego que el GPS nos llevó por los caminos que el aparatito creyó conveniente y casi a punto de declararnos perdidos vimos el primer anuncio de Nelspruit, respiramos y finalmente allí estaba, la ciudad y el socorrido Mercure.

Llegamos al family room y nos, prácticamente, desmayamos de cansancio. Al día siguiente, con fuerzas renovadas, decidimos continuar camino y desayunar en Komatipoort. Este pequeño poblado, que está a la entrada del Parque Kruger, tiene una cafetería doblemente recomendable; por un lado, la comida está muy bien y por otro, está cerca de la oficina donde se hacen los trámites del tax refund.

Próxima parada: la fronteraaaaaaaaaarg. No tengo ni cómo explicar la confusión en la parte sudafricana, un calor de más de 35 grados, una oficina pequeña, casi 100 personas para que les sellen el pasaporte, época pre-navideña, es decir, un sauna aromatizado.

Luego de una larga espera pasamos para el lado Mozambiqueño, la frontera es Resano García, por suerte nos facilitaron los trámites y listo, entramos a nuestro país-hogar.

Son pocos kilómetros hasta Maputo, pero el camino pasa por un gran centro poblado que está muy relacionado con la capital, por tanto el tráfico se incrementa y las maniobras arriesgadas también. En esta zona es frecuente que ocurran accidentes automovilísticos y desafortunadamente vimos uno.

Finalmente, el 19 de diciembre, llegamos a Maputo, la capital de Mozambique, allí está nuestro hogar. Como a las 2 de la tarde descargamos equipaje y a armar nuevas maletas, esta vez con ropa invernal, al día siguiente, 20 de diciembre teníamos vuelo hacia Madrid, vía Johanesburgo y Munich.


Este año pasaríamos Navidades españolas con la familia de Héctor, mi familia.


...

miércoles, 11 de enero de 2012

Impresionante el Gran Zimbabwe

Pronto, de mañana, nos pusimos en ruta hacia Masvingo. Como es normal en este tiempo, comenzó a llover.

Al llegar al hotel, la lluvia aumentó y nos recomendaron que la visita a la ciudadela la hiciéramos al día siguiente. Así que nos quedamos admirando nuestro maravilloso Lodge at the Ancient City. Este hotel ha sido construido aprovechando el entorno natural de la zona y teniendo como inspiración el Gran Zimbabwe. La primera impresión para Héctor y para mí al ver el paisaje, la humedad, las rocas y el ambiente era recordar Machu Picchu.



Almorzamos algo ligero y emprendimos la visita del hotel. Fue construido en 1997 sobre la roca original. Muestra grandes espacios hechos con piedras y la zona del restaurante, bar y salón está cubierta por un gigantesco techo de madera y paja. Era como estar dentro de un mundo antiguo, en un palacio decorado con figuras de madera; qué vista desde la piscina!, realmente maravilloso!. Sólo al ver el árbol de Navidad volvimos a la realidad y decidimos ir al centro artesanal para comprar unas tallas en piedra jabón, típicas de esta zona.


Antes de cenar, descansamos en nuestras enormes habitaciones con camas king size dobles, con muebles enormes y con la puerta de entrada de doble hoja, enorme también. Durante la cena, compartimos nuestra gran sorpresa; para nosotros era inimaginable un hotel así y unos restos arqueológicos de una cultura como la que veríamos al día siguiente.


El gran Great Zimbabwe es una ciudadela hecha de piedra sin usar amalgama, en este punto similar a las construcciones incas. Lamentablemente no está dentro del circuito turístico, que se concentra básicamente en las cataratas Victoria, lo cual hace que la atención del gobierno sea insuficiente. A pesar de ello está resguardada, señalizada y cuenta con un museo de sitio. No tienen servicio de guía y, aun teniéndolo, es muy difícil explicar esta civilización a partir de estos vestigios, pues desde su descubrimiento, los "arqueólogos" han manipulado la historia a favor de sus benefactores. En una época se creía que se trataba del Reino de Salomón y Saba, en otra que se trataría de una antigua civilización de blancos... En todo caso, el interés era hacer valer la teoría que esta civilización no podría pertenecer a un pueblo negro, africano. Lo cierto es que se trata de la capital de la civilización Shona, que floreció entre los siglos XII y XVI y ocupó tierras del actual Zimbabwe y Mozambique.



Tiene dos zonas bien distinguibles, el Gran Recinto y el Complejo de la Colina. Ambas tienen formas ondulantes, tanto que es difícil encontrar ángulos y menos aún su significado.

El Gran Recinto está rodeado por una gran pared de piedras; en una parte se encuentra otra pared que corre en paralelo, dentro del lugar existen dos construcciones similares, alargadas, como vasos, pero con la boca hacia el suelo... cuál fue la razón de esta forma de construcción, no se sabe.


En lo que coinciden los investigadores es que dentro de este recinto hubo pequeñas casas y que todo el complejo albergó a un aproximado de 11 000 a 30 000 personas. Asimismo, indican que los estamentos superiores vivían en una determinada zona, diferente a la del pueblo: por un lado la clase burocrática, militar, religiosa y real; y por otro el pueblo, básicamente los artesanos.

Para ir al Complejo de la Colina, tuvimos que ascender por un camino relativamente fácil al inicio, pero que se complicó un poco y finalmente se estrechó demasiado. 

Casi todo el camino fuimos acompañados por un señor mayor y con bastón, era increíble ver lo rápido que subía, así que para no quedarnos retrasados apuramos el paso. Este señor era una especie de guardia, guía, repite historias, que no lo necesitábamos, pues sus explicaciones nos terminaron confundiendo más... Sin embargo, él se adjudicó el puesto de guía que terminó sólo con la propina.

La subida nos ofreció una vista especial del Gran Zimbabwe; nos hicimos una idea más clara o, mejor dicho, menos confusa de estos restos arqueológicos.

La zona de la montaña era residencia real, especialmente de la reina, pues por los restos encontrados se cree que el rey también habitó en la parte baja. 



Lo más representativo encontrado, luego de los saqueos hechos por pseudo-arqueólogos, son una especie de totems hechos de piedra jabón y coronados por un ave. También algunas vasijas y objetos de trabajo.

Gran lugar para el punto final de nuestro recorrido, pues ese día debíamos llegar a Graskop, Sudáfrica.