Pilanesberg, 572 k cuadrados de una naturaleza que ha nacido alrededor de un cráter de volcán y que no sólo aloja flora y fauna, sino que tiene una gran riqueza arqueológica y geológica, de la época del hierro. Pero lo nuestro es la fauna, porque lo otro lo dejo a los muy entendidos.
A los pocos minutos de entrar al parque vimos a la mamá rino con su hijo rinocerontito, bellísimos. Aunque mis favoritos son los hipos, me encantan todos estos animales sin pelo. De pequeña tuve los perros peruanos y para mí, aunque sé que poca gente comparte esta apreciación, son los más lindos e inteligentes; y este rinocerontito me hizo recordar a los perros calatos, ganas no me faltaron de cargármelo, misión imposible, porque ya nacen pesando más que yo.
Más allá vimos a los red hartebeest, en actitud de juego, pelea o entrenamiento, aún no conozco mucho las costumbres de estos antílopes, pero sé que son propios de la sabana seca y que tiene 12 subespecies.
Lo que sí puedo decir a ciencia cierta es que vimos a un elefante macho, machaso, no por estar frotándose la espalda, sino por lo que 2 minutos antes tenía afuera; imagino que debe ser así para poder asegurar la continuación de la especie, en todo caso sorprendente y con vida propia.
Continuamos atravesando el parque y con la ayuda del guidebook vimos que había unas represas pequeñas y decidimos visitarlas. Éstas tienen unas cabañas prácticamente sobre el agua desde donde se puede apreciar la vida animal relacionada a este medio.
Estos espacios cuentan con servicios básicos y son muy calmos y absolutamente relajantes, ideales para ver aves como el lessor streped swallow, es relativamente fácil saber el nombre de estos pájaros pues las cabañas tienen las fotos de las especies que se pueden encontrar en la zona. Desde allí tuvimos la oportunidad de ver a unas cebras que corrían a 2 wild dog que estaban acercándose a una cría.
Cuando eran cerca de las 4pm y sin almorzar, decidimos ir a uno de los lodges, Manyane; nos gustó y esa noche dormimos allí. Pero, el día no había concluido y salimos al safari de la tarde. Nuestra ilusión, como casi la de todos, es ver felinos y lo logramos, vimos a 3 leonas que habían cazado un ñu, las 3 estaban echadas agotadas de la caza o saciadas de comer, solo veíamos las orejas y las colas, hasta que una decidió dar un paseo y la pudimos ver en todo su esplendor, aunque lenta al andar, era imponente.
Luego vimos elefantes, más cebras con blue wildebeest, impalas, jirafas, springboks y un klipspringer, que son los antílopes más pequeños que existen.
Regresamos más allá de las 8 pm, con lluvia, había muchos impalas cerca del estacionamiento. Al poco tiempo empezó una fuerte tormenta con unos truenos!!! eso parecía bombardeo de película, he de admitir que les tengo mucho respeto, mejor dicho mucho miedo.
Al día siguiente, nos despertamos muy temprano, el lodge parecía un gran lago. Cargamos todo, fuimos a desayunar, y de allí empezamos a volver. Atravesamos nuevamente el parque, muchos de los caminos estaban cerrados por precaución, y vimos 3 familias de jirafas, habría más de 20, nunca vi tantas, y como aún llovía algunas estaban acostadas, sólo se les veía los cuellos.
Ese día vimos jirafas incluso cerca de la carretera que está pasando la ciudad de Nelspruit. Llegamos a casa en la noche, pero igual nos reunimos con unos amigos para terminar nuestra "padrinada", con pizza por supuesto.
Aunque quise estar despierta para recibir mi cumple, fue imposible, pero a las 12 mis mamás me llamaron de Chepén, Qué gran sorpresa, qué alegría, gracias por ese detalle!
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