Por qué algunos lugares están dentro del imaginario de una persona? No lo sé, pero para mí el Serengeti estaba allí, parece que los recuerdos vienen o fueron buscados desde que vi "La leona de 2 mundos", se acuerdan? Esta historia corre en Kenya, tal vez en el
Maasai Mara cuya prolongación en Tanzania es el Serengeti; demasiadas relaciones, pero el hecho es que allí estaba, a pocas horas del gran encuentro, cara a cara con mi sueño.
Después del desayuno viajamos más o menos 2 horas por un camino sin asfaltar, por la mitad de la sabana africana, esto parecía un travelling horizontal de película y de pronto..., CORTEN! un camello?, no 4 camellos?, pero de dónde salieron estos animales? ubicaína por favor!, qué hacen estos animales aquí? - Fredy: son de los maasai, los compran en el norte de Africa y al parecer usan su leche. Ya, ya, ok.
Durante el trayecto vimos unos chicos con atuendos oscuros y la cara pintada de blanco, nuevamente la pregunta a nuestro guía y nos dijo que estos chicos acababan de ser
circuncidados como parte de su iniciación a la madurez del pueblo maasai.
Al llegar a la entrada de lo que propiamente es el Parque Nacional Serengeti nuevamente vimos a unos jovencitos con las mismas características, en esta etapa de iniciación tienen que salir de su pueblo por varios días y cuando vuelven los reciben con una ceremonia y les entregan sus nuevas ropas, es decir kangas predominantemente a cuadros rojos, ellos, con sus 15 a 18 años ya serán murrán o jóvenes guerreros.
Los maasai son un pueblo muy comerciante, inmediatamente aparecieron unas niñas, una de ellas con un bebe para ofrecernos pulseras, creo. La mayoría de ellos no habla inglés, que es la lengua oficial de Tanzania, pero sí swahili, la otra lengua oficial.
Después de nuestra "conversación" con los niños maasai, quedamos más perdidos que antes, pero con un norte clarísimo...
... y allí tienen mi norte: mi cholito y el Serengeti, EL Parque, ay que alegría!, qué emoción!, casi me pongo a besar el piso al mejor estilo Papa, pero me contuve.
Atravesando esta primera entrada llegamos al punto de registro, Naabi gate, tan solo pasar y una familia de elefantes nos dio la bienvenida. Lo de "gate" es un decir, pues no existen cercos ni nada parecido, así que inconscientes de eso y haciendo lo que todo el mundo hacía bajamos del carro y somos libres seámoslo siempre a trepar el Rocky kopje, lo de trepar es un atrevimiento pues es una montañita.
En nuestro paseo nos encontramos con una belleza, una
agama, qué lindos colores!. Llegamos a las cima y apreciamos la inmensidad de la sabana, que en noviembre, a espera de las primeras grandes lluvias, permanecía aun seca. Bajamos y continuamos viaje, a comenzar El Safari (viaje en swahili).
Tan solo comenzar y de pronto ¿me pareció ver a un lindo gatito? Sí, un guepardo, la primera vez que veíamos a este hermoso felino en su hábitat natural, esperamos tranquilamente pues la expectativa era que se acerque y poco a poco lo hizo, a pesar de la cantidad de carros que empezó a llegar. Y fue así que lo vimos en todo su esplendor, esbelto, ágil, elegante y veloz, justo delante de nosotros. Repuestos de la emoción seguimos.
Vimos algunos
topi, los primeros ñus y cebras, ellos siempre andan juntos aprovechando sus complementadas características, unos tienen buen olfato y otros vista. Fuimos aproximándonos a unas rocas y ¿qué creen que vimos?... otra parejita de guepardos haciendo siesta. Los dejamos tranquilos y nos fuimos a almorzar, dentro del carro no más, porque uno nunca sabe de dónde pueda salir un gatito. Después de escuchar las historias de safaris de Fredy volvimos a la sabana, la radio comenzó a tener mucha actividad y empezamos a acelerar, fuimos a un lugar donde había muchas camionetas y por allí estaba el leopardo esperando el momento preciso para cazar al pobre
impala y comenzó el diálogo, lo estás viendo?, sí, dónde?, ves la sombra del árbol grande?, sí ves los arbustos debajo, fíjate en el del centro luego fija tu mirada a 2 metros a la derecha, ok. Con binoculares lo vimos muy bien, pero los leopardos son extremadamente sigilosos, evasivos y muy silenciosos. En un momento lo vimos muy bien cuando avanzó hacia su presa, pero el impala se fue, así que la escena se caza se fue y nosotros nos fuimos también, eso sí bien contentos de haber visto tanto gatito.
Ya estábamos en Seronera, es la zona central del parque, es tan importante que tiene un centro de interpretación y una pista de aterrizaje para avionetas. En esta época del año, esta zona tiene mucha vida, pues comienza la migración norte-sur de ñus y esto significa mucha comida para los felinos. De pronto, el silencio de la sabana se vio inundado de mucho ruido de animales y nos acercamos a una laguna donde había hipos, pero el sonido lo hacían las cebras que iban a beber agua, pero con mucho cuidado pues esa laguna también era compartida por cocodrilos.
Después de este largo y emocionante día nos pusimos camino al campamento, ¿cómo será? Íbamos tranquilos por la sabana cuando nuevamente vimos guepardos, una madre y sus dos hijitos trepados en un termitero, los vimos un poco lejos y con poca luz; lo que ya no vimos lejos, si no más bien cerquísima fue al rey, allí estaba retozando después de haber comido. El a un lado de la carretera, rugiendo con sus 2 leonas al lado y su presa, al otro lado, medio comida y nuestro campamento a la vuelta del escenario de caza.
Sí, sí, detrás del león a unos 500m estaría nuestro campamento al aire libre, sin cercos, eso sí una lámpara para alumbrar la noche.
Kati Kati Camp tiene 10 carpas distribuidas a cada lado del comedor y la nuestra era la del medio del lado derecho. Aun con luz vimos el hermoso lugar donde estaba ubicado, de pronto pasaron unas jirafas, eso es..., realmente es indescriptible sentir la emoción de descubrir que la convivencia salvaje-pacífica aun es posible.
Paseamos un poquito a lo largo del campamento, mientras nos ponían agua en la ducha, vimos unos troncos rotos de la última incursión de los elefantes, el sol caer y los insectos imperar y nosotros mudos en una especie de consternación catártica. Qué admirable es la naturaleza, qué sabia, qué poca consideración le tenemos y qué agradecida es a pesar de todo, mirar a cada lado, sentir con todos los sentidos y especialmente con el corazón latiendo de emoción tratando de ubicarnos en este infinito maravilloso de vida, sí, sí, las lágrimas me corrieron, estaba muy, pero muy impresionada, tocada, me sentí parte, en realidad partecita de esta parte del mundo.
Llegó el momento ducha, fantástico. Tienen unos baldes elevados donde ponen el agua, tibia, calentada con energía solar y como Tarzán y Jane sin la mona Chita nos bañamos en nuestro baño privado.
La noche comenzó a imperar y cuando salimos hacia la fogata, en nuestra puerta estaba una persona del staff esperando para acompañarnos con la única arma de protección permitida, una linterna! Esas son las normas de seguridad, ah también nos quitaron las sillas de la "terraza" porque a las hienas les gusta comerlas; todo esto nos lo iban diciendo con una parsimonia increíble y yo: señor no sería bueno que alumbre atrás para ver si hay algún animalito?. En la fogata nos encontramos con una pareja que conocimos en el anterior lodge, y todos los presentes nos pusimos a contar las aventuras del día y los planes del día siguiente, un grupo iba a hacer el recorrido en globo!
La cena fue deliciosa, con un show de relámpagos y algún que otro trueno alejado y por supuesto que el sonido de la selva se escuchó con el rugido de leones. Señores con nosotros buenas noches, cierra bien la carpa, un rezo por si acaso
y a dormir, seguro que los rugidos están bien alejados, ojalá.